Las tejas romanas son un tipo de teja clásico, propia de cubiertas inclinadas. Esta teja se caracteriza por su aspecto rectangular, así como por su pieza canal plana con bordes laterales levantados y cobija curva. Para instalación de tejas romanas se suelen hacer coincidir las partes planas para formar surcos que sirven de sistema de escorrentía a agua, lo cual evita su acumulación y garantiza la correcta impermeabilización.
Por lo general está fabricada a base de cerámica o elementos arcillosos a partir de los cuales se obtiene una pieza de gran calidad y baja porosidad. Así mismo, resistente a altas temperaturas y de gran durabilidad en el tiempo.

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